Doce Notas

Despedido por ‘especialista’

Es una situación que varios ex-profesores del Conservatorio Superior de Música del Principado de Asturias hemos vivido en el mes de septiembre, un mes que comenzaba con la noticia de que todos los profesores especialistas que prestábamos servicio en el centro íbamos a ser relevados ipso facto por profesores tomados de listas de interinos de grado medio. De repente, asignaturas con un perfil de especialista «de libro» como «lectura e interpretación de la música contemporánea» o «improvisación» han dejado de estar impartidas por reconocidos especialistas en la materia para, de la noche a la mañana, ser impartidas profesores cuya capacitación para esas materias nunca fue probada en ninguna prueba; un hecho en el que puede llegarse a la situación (tiempo al tiempo), no ya de que el docente vaya o no a estar a la altura de los anteriores docentes cesados, sino incluso que ni siquiera llegue a la altura de los propios alumnos.

¿Cómo puede ser que en un centro de enseñanza superior se castigue la especialización del docente?

¿Cómo puede ser que las autoridades educativas de una comunidad no apliquen ningún criterio de capacitación específica a los docentes de su único conservatorio superior?

¿Cómo puede ser que el objetivo de un conservatorio superior sea otro que el de formar músicos profesionales con la mejor preparación posible?

Para cualquier profesional de la música que realmente haya ejercido como tal, es de clamorosa evidencia que un centro de enseñanza superior necesita un profesorado (altamente) especializado y (altamente) habilitado para la materia que va a impartir, y no simplemente meter la mano en una lista remanente de un nivel educativo inferior, donde si el docente saliente está capacitado será una mera casualidad, y nunca un requisito.

En ningún país de referencia en educación musical superior (Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Holanda, Dinamarca…) se realizan contrataciones a una lista y no al directamente al docente. Y de entre los conservatorios superiores españoles, aquéllos que han logrado un nivel de enseñanza con una calidad diferencial han sido precisamente centros que han contado con una gran autonomía a la hora de seleccionar directamente a sus docentes por su valía profesional a través de procesos transparentes y ampliamente difundidos.

El primer y último objetivo de un centro educativo debería ser la calidad de la formación que imparte, y todos los procedimientos de contratación que la Administración decida aplicar deberían estar orientados a este fin. A nadie que se pare a pensarlo dos veces se le debería escapar la obviedad de que a mayor transparencia y evaluación de la valía del contratado, mejor docente; a mejor docente, mejor centro; a mejor centro, mejores alumnos; y a mejores alumnos, mejores profesionales.

Señora consejera, señoras y señores directores generales y demás autoridades educativas del Principado de Asturias: ¿Quieren ustedes formar buenos profesionales de la música? Si la respuesta es negativa, continúen el camino iniciado. En caso contrario:

– párense a pensar dos veces las repercusiones de las decisiones que toman

– infórmense sobre cómo funciona una formación musical superior

– aprendan de los sitios de referencia

– busquen la excelencia para su comunidad, y no la mediocridad

– incentiven la contratación de personal especializado y músicos en activo

– hagan uso de las leyes como instrumentos de mejora y no como medios de ostentación de poder

y, ante todo, algo fundamental en la educación musical,

– ¡ESCUCHEN! Escuchen a los profesionales de la música; escuchen el clamor de alumnos y alumnas y respeten su derecho a una formación digna.

Cordialmente,

Alberto Bernal Corral
profesor especialista del Conservatorio Superior del Principado en 2012-13, cesado en septiembre de 2013; actualmente codirector del Máster en Composición Electroacústica del Centro Superior Katarina Gurska, profesor invitado de la Universidad de las Artes de Braunschweig (Alemania) y compositor en activo.

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