Doce Notas

La ‘Pequeña Misa Solemne’ de Rossini, propuesta navideña en Aranjuez

clasica  La Pequeña Misa Solemne de Rossini, propuesta navideña en Aranjuez

Rossini por Félix Nadar. Wikimedia Commons

Después del éxito de la ópera La Scala di Seta, representada en el Auditorio Joaquín Rodrigo, Los Amigos de la Ópera traen a Rossini de nuevo a Aranjuez. Y lo hacen sin miedo a las supersticiones, ya que el concierto navideño tendrá lugar el próximo viernes, 13.

El concierto tendrá lugar en el mismo espacio de su última oferta operística, el Auditorio Joaquín Rodrigo del Centro Cultural Isabel de Farnesio. Y la cita será a las 8 de la tarde con precios ajustados a los bolsillos actuales (de 10 a 12 euros).

Una obra maestra tardía

Esta cima del repertorio religioso romántico nació en los últimos años de vida de Rossini, tras llevar más de tres décadas retirado del primer plano y solo dispuesto a realizar música para sesiones de amigos.

Su composición tuvo lugar en 1863 y su estreno se realizó el 14 de marzo del año siguiente en la capilla privada del hôtel de Louise, propiedad de la condesa de Pillet-Will, dedicatoria de la obra. A pesar de su carácter pretendidamente íntimo, se encontraban en ese estreno personalidades musicales como Giacomo Meyerbeer, Daniel Auber o Ambroise Thomas.

La Misa posee momentos cumbres como el Sanctus, que debe interpretarse a capella, el Kirie Eleison o el Agnus Dei del final dedicado a desarrollar su tesitura predilecta, la de contralto.

Uno de los aspectos más curiosos y subyugantes de esta obra reside en la modestia de su efectivo musical. Un coro de ocho cantantes, un piano, un armonio y cuatro voces solistas. De todos modos, esta modestia esconde la exigencia del genio y ya en su tiempo se decía que esta obra solo precisa de un “un pequeño salón, un piano, un armonium, ocho coristas y los cuatro mejores cantantes del mundo”.

También es preciso reseñar que el propio Rossini, en previsión de que un efectivo instrumental tan “minimalista” fuera casi una provocación en el siglo romántico, instrumentó la pieza para una orquesta reducida y discreta. Ambas versiones se publicaron el mismo año de la muerte del compositor, 1869, solo tres meses después del fallecimiento.

Una compañía sin miedo a los desafíos Amigos de la Ópera de Aranjuez ha mostrado ya que se atreve con cualquier proyecto, especialmente tras su reciente montaje La Scala di Seta. Ahora le llega el turno a esta obra que lo único que necesita es a “los cuatro mejores cantantes del mundo”. Y ellos van a ser Elvia Sánchez (soprano);  Joana Thomé (mezzosoprano), Pancho Corujo (tenor), y Enrique Sánchez-Ramos (barítono). A estos cuatro magníficos les acompañan en el desafío J. Bautista Carmena al piano, Omar Sánchez al armonio, y las voces del Coro de la Universidad Complutense de Madrid. La dirección musical es de Francisco Ruiz. Y los jardines de la mágica ciudad madrileña seguirán sonando a música en todo momento.

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