
Yamaha ClassBand en una clase. Cortesía organización
El British Council School y su Asociación de Voluntarios por la Ciudadanía y la Solidaridad, organizan un año más la Feria de Navidad para recaudar fondos para las becas de investigación contra el cáncer, BIOOR, en colaboración con la Fundación Científica de la AECC. Una Navidad victoriana, tal como plantean sus organizadores, que se desarrollará el 30 de noviembre desde las 11 hasta las 14 h.
En el marco de esta actividad tendrá lugar la actuación del proyecto Yamaha ClassBand que lleva implementada cerca de dos años en el British Council. Con esta iniciativa, niños sin conocimientos previos de instrumento, aprenden a tocar un instrumento con el aliciente de hacerlo en grupo con sus compañeros de clase y formando una banda de música.
El pasado mes de septiembre, una selección de estudiantes de ClassBands del British Council School junto a a alumnos de la ClassBand del Colegio Adolfo Suárez, de Madrid, participaron en la Yamsession celebrada en el Círculo de Bellas Artes. La banda, dirigida por los profesores Kevin Robb y Robin Cooper, interpretó una demostración del Yamaha ClassBand process y ofreció al público un concierto de canciones tradicionales y favoritas de los niños, y culminó con un tributo al Himno de la alegría, de Beethoven.
Kevin Robb ha sido el impulsor de este programa en el British Council School al presentar el proyecto a la dirección del centro para llevarlo a cabo con alumnos de la 5ª clase. El éxito cosechado con este primer grupo ha llevado a la ampliación del número de bandas. Hoy en día se imparte ClassBand a todos los alumnos de los cursos 5º, 6º y 7º, en total 18 bandas con más de 400 niños involucrados en este proyecto.
Todo ello ha sido posible gracias al Vicedirector del colegio, Norman Roddom, quien fue quien apostó por el proyecto desde el primer momento, dando todo su apoyo para conseguir instalaciones, instrumentos, personal y ayuda administrativa para su puesta en marcha. Tanto la administración como el personal docente del colegio están apoyando esta aventura, viendo como el trabajo de las bandas repercute en otras áreas: mejora de concentración, mejora en las áreas de matemáticas o lengua, etc.
La dirección del programa la asume el propio Kevin Robb, que además se ocupa de impartir las clases a los alumnos de instrumentos de viento-madera y supervisa los ensayos realizados por los profesores especialistas Robin Cooper (viento-metal), Arne Bock (viento-metal) y Neville Unwin (viento-madera). Las bandas están compuestas por los instrumentos flauta travesera, clarinete, saxo alto, trompeta, trombón, bombardino y tuba.
Robb es, además, director de formación para Profesores de ClassBand, (Key Teacher) y es el responsable habitual de impartir los seminarios de formación a otros profesores de Yamaha ClassBand. Tal y como nos ha comentado en relación a este proyecto, «la respuesta por parte de las familias y los niños ha sido excelente, y muchos tutores nos comentan que la ClassBand es la asignatura favorita de los niños. Tocando música aprenden a trabajar en grupo, ser solidarios, expresarse de una manera creativa… y encuentran que un trabajo hecho a largo plazo, con disciplina, da muchas satisfacciones».
Sobre el futuro de la ClassBand, Robb explica que «planteamos seguir la misma estructura en el colegio para que cada alumno tendrá tres años de tocar en la banda. A partir de entonces, los que quieren seguir con el instrumento tienen opción a dar clases individuales en el colegio y formar parte de una de las 22 agrupaciones que ofrece el centro a través de su programa Music21 (orquestas de cuerda, big bands, conjuntos de viento, grupos de cámara…)».
Yamaha estará presente en la Feria, y también en representación de Hazen Instrumentos Musicales, como suministrador oficial de instrumentos para el proyecto ClassBand.
Yamaha ClassBand
Más de 16 años avalan este proyecto educativo de Yamaha que lleva dos años de desarrollo en España. ClassBand se dirige principalmente a niños de 11 a 13 años que pueden tocar el instrumento desde el primer día. Yamaha es el suministrador de los instrumentos necesarios para los alumnos del proyecto. Los alumnos reciben dos o tres clases a la semana dependiendo del centro.
A través de esta ClassBand se reconoce la importancia de que todos los jóvenes deben aprender a jugar como parte de su educación musical. El método dura dos años con uno adicional opcional. El objetivo, según explicaron sus responsables en España al comienzo del proyecto, es que los alumnos sean capaces de dar un concierto a los tres meses de comenzar y al finalizar a los dos años, puedan interpretar un repertorio bastante extenso. Según explicaron sus responsables, la franja de edad de 11 a 13 años es un periodo de crecimiento para tener éxito en el aprendizaje de instrumentos de banda, y lo bastante temprana para que aún tengan interés, antes de tener las inquietudes propias de los adolescentes.
Al tocar una banda, los niños aprenden valores como el compañerismo, habilidades reales escénicas, sociales y puede llegar a ser un punto de partida para que los que quieran continuar, enfoquen sus estudios musicales para llegar a ser músicos de banda.