Doce Notas

ANDANTINO ET ALLEGRO BRILLANTE

Corresponde al inicio del último y largo periodo de vida, iniciado cuando, tras Guillermo Tell (1829), abandona la composición de óperas, una de las decisiones más incomprensibles de la historia de la música ya que viviría 40 años más. Parece que la pieza fue compuesta durante un viaje a Burdeos con motivo de una epidemia de cólera que asoló París, donde vivía. La dedicatoria “à Cécile” ha levantado más de un comentario musicológico, no tanto por un posible escarceo amoroso del compositor como por dilucidar si el arpa pudo ser un modelo Erard conocido como “griego”.

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