Doce Notas

Los Conservatorios Superiores y el Tratado de Bolonia (y algo más)

En la reunión del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid han participado directores y subdirectores de los siguientes centros: Conservatorio Superior de Danza María de Ávila, Escuela Superior de Canto, Real Escuela Superior de Arte Dramático, Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales

Artículo de Almudena Cano (Madrid, 1951-2006), Catedrática de Piano del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid
Doce Notas nº 44, diciembre-enero 2004-2005

El actual Gobierno está a punto de comenzar a legislar aspectos de la nueva Ley de Educación anunciada, que reorganizará las que aún están vigentes, además de preparar el camino para la integración en el nuevo espacio europeo de enseñanza superior que comenzará en el año 2010, firmado por los países de la Unión Europea en Bolonia hace ya seis años.

Como casi siempre, a los que estamos en la enseñanza superior de música nos “pilla” desprevenidos, pues no se ha iniciado a nivel nacional ningún debate serio en los centros, ni se han organizado equipos de trabajo que planifiquen los estudios superiores de la misma forma que se va a hacer en el resto de Europa de cara a ese espacio común. En mi opinión, habría que abordar de forma seria y documentada los siguientes aspectos:

– El Gobierno, en primer lugar, tiene que cambiar la LOCE y sacar a las enseñanzas superiores artísticas del ámbito de “enseñanzas escolares”, donde las condenó, para poder estar en el espacio común europeo donde van a estar los estudios superiores artísticos en el resto de la U.E.
– El Tratado de Bolonia establece un ámbito de enseñanza superior, pero no se menciona que ésta tenga que ser estrictamente universitaria.
– Muchos de los países que forman la Unión Europea tienen dos ámbitos de enseñanza superior: universitaria y no universitaria. ¿Cuál nos conviene más?
– Es necesario entrar en contacto con los Conservatorios Superiores de la Unión Europea y tratar de unificar posturas y reivindicaciones.
– Es necesario recabar información acerca de la actual situación de los centros superiores de música europeos, algunos de ellos convertidos en los últimos años en universidades, ya que hay indicios de profundo malestar entre los músicos por los problemas de presupuestos, las dificultades para desenvolverse en el ámbito universitario con nuestras ratios, requisitos para ejercer docencia, etc.

Actualmente, los músicos de Conservatorios Superiores estamos representados ante la Administración por la Asociación de Centros Superiores que engloba a casi la totalidad de estos centros en nuestro país. Sin embargo, no recuerdo que en estos últimos años se hayan hecho sesiones informativas en los centros, ni equipos de trabajo, ni debates de los que puedan salir posturas consensuadas y mayoritarias. Las personas que supuestamente nos representan lo hacen, en mi opinión, a título personal, a pesar de que éllas puedan decir lo contrario.

Por muy respetables que sean sus criterios respecto a la próxima reforma, es evidente que los intereses de muchos de los que dicen representarnos van mucho más encaminados hacia una integración de los estudios superiores de música en el ámbito estrictamente universitario. Además, casi todos ellos provienen de la musicología y la teoría musical, especialidades que no tendrían ninguno de los problemas de integración en la universidad que pudieran tener las especialidades relacionadas con la práctica instrumental, que en realidad son las que componen la mayoría del profesorado y alumnado de los conservatorios superiores.

Y el algo más
Como muestra del talante y los intereses de algunos de los que nos representan, he aquí algo sucedido recientemente:
Hace unas pocas semanas, el director del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, D. Miguel del Barco, nos envía a todos los profesores una carta, con membrete y sello del centro, en la cual se nos invita a la presentación de un programa de doctorado de una universidad privada, según él muy conveniente para todos nosotros. Como se puede leer en dicha carta, se nos avecinan tiempos de cambio, y más nos vale estar preparados…

Es curioso que, en todos estos años desde que se conoce la declaración de Bolonia y sus consecuencias para los estudios superiores de música, no se nos haya “aconsejado” hacer doctorados, ni se hayan hecho presentaciones similares de programas que se lleven a cabo en lugares más cercanos, ya que la universidad “seleccionada” por nuestro director (quien, con el subdirector D. Daniel Vega a su vera, presidía el acto) ni siquiera tiene su sede en la Comunidad de Madrid.

También es curioso que se nos recomiende tan encarecidamente un programa que, de 12 asignaturas, sólo 2 son específicamente de música (el resto son de comunicación, fotografía, cine, arte, nuevas tecnologías, etc.). ¿Será que nuestros ínclitos y paternalistas regidores consideran que debemos abrir nuestras obtusas mentes, saturadas de semicorcheas, a nuevos campos que nos permitan comprender un poco mejor la globalización de la cultura?

Pero quizás las curiosidades dejan de serlo cuando se pone de manifiesto que uno de los dos encargados de las asignaturas de música de ese programa de doctorado es D. Álvaro Zaldívar, persona muy cercana al Sr. Del Barco y muy afín a las posturas específicamente universitarias del director y subdirector del RCSMM, además de actual asesor de un alto cargo del Ministerio de Educación en temas musicales.

No creo que este tipo de actuaciones sea estrictamente ilegal, pero parece por lo menos poco elegante y oportuno que el director de un centro promueva semejante sesión en exclusiva para un amigo suyo. Y el asesor Sr. Zaldívar, en vez de venir al RCSMM para una presentación de asuntos particulares, hubiera sido más pertinente y útil que hubiera convocado una asamblea informativa con toda la comunidad del centro para ponernos al día de lo que está asesorando en el Ministerio, que es lo que de verdad interesa y concierne a todos.

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