Doce Notas

Cecilia Gómez presenta su homenaje a Chavela Vargas en los Teatros del Canal

espanola  Cecilia Gómez presenta su homenaje a Chavela Vargas en los Teatros del Canal

'Cupaima', de Cecilia Gómez © Jesús Vallinas

De las múltiples interpretaciones que dan a la palabra Cupaima, quizá habría que quedarse con esta, pues fue la que hizo a Chavela definirse una chamana. El nombre lo recibió de un chamán de la comunidad indígena de los Huicholes y su significado sería la última chamana o hechicera del pueblo. Como ella dijo:  “yo no me voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos”.

La nueva coreografía de Cecilia Gómez se concibe como un espectáculo de danza flamenca que nos lleva a pasajes de la vida de la cantante mexicana. La obra se divide en nueve escenas que comienzan con el encuentro entre Chavela y el chamanismo y transcurre a través de los momentos más destacados de su vida.

Tras estrenar en 2010 Cayetana, su pasión, con la que también estrenó su compañía Ballet Flamenco, Cecilia Gómez asume ahora una nueva producción basada en una mujer que puede considerarse como el antagonismo de la Duquesa de Alba. Entonces contó nada menos que con Victorio&Luchino en la creación del vestuario, un apartado del espectáculo en el que la joven bailaora quiere crear su propio estilo, siguiendo ejemplos como puede ser María Pagés.

Más modesto que en Cayetana, pero no menos acorde con la hisotria, es el vestuario diseñado por María Luisa Engel, una veterana que inició su carrera como diseñadora y realizadora de figurines en el Teatro Español, con José Luis Gómez, y ha trabajado en numerosos montajes para el Teatro de la Abadía, así como para la Compañía Teatro de la Danza y Teatro de La Zarzuela con Luis Olmos, con el que vuelve a reencontrarse ahora como director de escena. En Cupaima, Engel  se ha inspirado para algunas escenas en trajes tradicionales de origen prehispánico, «jorongo» rojo de Chavela obliga.

Luis Olmos cuenta con una trayectoria espectacular en el mundo de la danza, desde que fundara junto a Antonio Llopis la compañía madrileña Teatro de la Danza, allá por los años 80. Entre los años 2001 y 2011, dirigió el Teatro de la Zarzuela de Madrid, así como algunas de sus producciones de zarzuela. Con la dirección de Cupaima, vuelve a su vieja experiencia con el baile flamenco. En 1996 había dirigido Torero, de Antonio Canales, y en el 2000 Juana la loca (2000), de Sara Baras.

La música de Cupaima

Seis músicos y seis bailarines acompañan a la bailaora gaditana en esta nueva aventura de su meteórica carrera en la que compartirá cartel, como artista invitado, con uno de sus grandes maestros, Antonio Canales, quien  solo participará hasta el 8 de septiembre.

Se da la coincidencia de que Chavela Vargas contó también con cinco músicos para la grabación de su CD Cupaima de 2006 y reeditado en 2007. Fueron Ernesto Cano, Miguel Peña, Juan Carlos Allende, Jorge Romero y Alberto Escareño que utilizaron en sus interpretaciones  instrumentos prehispánicos, tal como quiso la cantante.

David Moreira, Antonio Losada, Gaspar Rodríguez, Iván Losada y Arian Suárez son los músicos de este homenaje flamenco, la voz la pone Gabriel de la Tomasa y la música es de José Alfredo, entre otros, con arreglos y dirección musical de Livio Gianola.

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