Doce Notas

Hélène Grimaud en el Palau 100

Hélène Grimaud ©ww.helenegrimaud.com

Artista polifacética y carismática, Hélène Grimaud actúa con las orquestas más relevantes del mundo (filarmónicas de Berlín, Viena y Múnich, Philharmonia, Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks, Royal Liverpool Philharmonic, Philharmonique de Radio France, San Francisco Symphony, Philadelphia Orchestra, Gewandhaus de Leipzig, Wiener Symphoniker, etc.). Y ha colaborado con tres generaciones de grandes directores, entre ellos Kurt Masur, Claudio Abbado, Bernard Haitink, Esa-Pekka Salonen, Pierre Boulez, Ricardo Chailly, Valery Gergiev, Vladimir Jurowsky, Fabio Luisi y Andris Nelsons. En esta ocasión Hélène Grimaud interpertará Mozart, Berg, Liszt y Bartók.

Las obras de este concierto fueron escritas en un período de 150 años. Durante el cual, el piano se consolidó como el gran instrumento solista y la sonata como el género central del repertorio pianístico. Sin embargo, la propuesta de Hélène Grimaud no se rige por una voluntad historicista. Cada una de las obras elegidas posee interés por sí misma. Aunque escuchadas una tras otra, descubren sus elementos de unión.

La primera parte del concierto contará con la Sonata en La menor de Mozart y la Sonata para piano, op. 1 de Alban Berg. Wolfgang Amadeus Mozart compuso esta sonata en París el verano de 1778 y hay quien afirma que se trata de una de las primeras obras maestras de Mozart. La única sonata para piano que escribió Alban Berg quedaría inacabada. De sus tres movimientos planeados, solo finalizó uno, el primero. Pero decidió su publicación convencido de haber dicho ya todo lo que tenía que decir. Con este extraordinario movimiento (él lo denomina Sonata) da por finalizada su etapa de formación e inicia la vida adulta de compositor.

En la segunda parte del recital, le llegará el turno a la Sonata para piano en Si menor de Franz Liszt y las Danzas populares rumanas de Béla Bartók. En febrero de 1853, en Weimar, Franz Liszt puso punto final a su Sonata en Si menor. En ese momento se hallaba inmerso en uno de los períodos más creativos de su vida. Esta sonata es una de las obras pianísticas más destacadas de Liszt y, por extensión, del repertorio pianístico de todos los tiempos. Por su parte, las Danzas populares rumanas de Béla Bartók, que finalizan el concierto, pertenecen a otra familia. Tanto por el material empleado (de origen popular), como por el tratamiento de Bartók (alejado de los modelos germánicos imperantes), se pueden considerar como la otra cara de la sonata. Datan de 1915. Bartók, que contaba 34 años, las escribe a partir de las danzas que había recogido en una de sus expediciones etnomusicológicas por Transilvania.

Antes del concierto, a las 19.30 h, para fomentar la divulgación musical, tendrá lugar la conferencia “Parlem de música” (Hablemos de música), en esta ocasión con Raimon Colomer, realizador y presentador de Catalunya Música.

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