Los músicos, todos experimentados en diversas disciplinas jazzísticas suponen un colchón de sonido de altísima calidad sobre el que camina, suavemente, la voz de Rachelle. Sonoridad perfecta, muy cercana al pop de calidad que vemos proliferar en los mercados musicales más maduros: adult rock, jazz-pop, soul… ¿folk?… pues sí, hay algunos temas con resonancias de folk británico. Producción de lujo.
En resumen, un cd cuidadosamente producido y concebido como un regalo de navidad. Buena voz la de Bentley, suave, técnicamente formada, claramente blanca, pero sin complejos. Regalo perfecto.