Walking Mad, Johan Inger. ©Fernando Marcos
“Se trata de abrir repertorio a otros estilos: baile contemporáneo y neoclásico. El repertorio futuro intentará acoger distintos registros”, apuntaba entonces como declaración de intenciones el flamante director que el próximo 18 de enero estrenará en el Teatro de La Zarzuela de Madrid su primer programa al frente de la CND. Un programa compuesto por cuatro piezas de distintos coreógrafos y caracterizado por su eclecticismo estético y coreográfico.
La primera de ellas, Walking Mad, fue creada por Johan Inger para el Nederlands Dans Theater I en 2001. En la segunda, el madrileño Alejandro Cerrudo nos presenta Extremely Close, con música de Philip Glass. Este antiguo colaborador de Víctor Ullate, nos adentra en una pieza para ocho bailarines ambientada con minimalismo. También podrá verse El espectro de la rosa, con coreografía de Angelin Preljocaj, una revisión del legendario montaje con el que Nijinsky subyugó al público en el Teatro Palais Garnier. Y se cierra el programa con broche de oro: Artifact II. Una coreografía de William Forsythe –la séptima que acoge la CND de este creador– que nos envuelve con su exquisitez y teatralidad extrema al son de J. S. Bach.
Además, en enero (días 27 y 28), en el Palacio de Festivales de Cantabria, podrá verse Transit. La coreógrafa Annabelle López Ochoa nos enfrenta a los abismos de la incomunicación en esta creación original impulsada por la Compañía Nacional de Danza.